Saludos nombre real: Michael Winterbottom,fecha de nacimiento: 29/03/1961, lugar de nacimiento: Blackburn, Lancashire Inglaterra.
Cursa estudios en Oxford para posteriormente desplazarse hasta la capital inglesa y la ciudad de Bristol, donde aprende el oficio de técnico de televisión; accede a un puesto de montador en la Thames Television, experiencia que le sirve para dar el salto a la realización de documentales como Boon (1986), Cracker (1993), Alleyn Mysteries o Forget About Me (1990), algunos de éstos nominados a los premios BAFTA concedidos en el ámbito televisivo.
Premio Especial Alexander Korda otorgado por la BAFTA a la Mejor Película por Wonderland (1999), junto con Michele Camarda y Andrew Eaton.
Funda la compañía cinematográfica Revolution Films (1995), junto con Andrew Eaton.
A priori, la singladura profesional que ha seguido hasta la fecha Michael Winterbottom invita a creer que se trata de un cineasta ecléctico, heterodoxo en sus propuestas cinematográficas, que abrazan desde el docudrama con un tratamiento cercano a las películas de Mike Figgis (Go Now, I Want You) hasta el melodrama romántico (Jude), el western con trafondo histórico (El perdón) o la crónica bélica (Welcome to Sarajevo). Pero esta primera apreciación se revela parcialmente errónea por el hecho que su cine tiene como denominador común el análisis de una obsesión, ya sea de naturaleza psicópata y de indentidad sexual al mismo tiempo —Besos de mariposa, mezcla de road movie y thriller en torno a una lesbiana interpretada por Amanda Plummer, en similar registro a sus composiciones de desequilibrada mental en Daniel (1983) y El rey pescador (1991)—, amorosa —I Want You y Jude, basado, al igual que El perdón, en un texto literario de Thomas Hardy, afamado escritor inglés del siglo XIX— o bien en torno a la enfermedad que deriva en la idea del suicidio --Go Now, crónica urbana en clave de tragedia centrada en la persona de un trabajador (Robert Carlyle) al que se le ha diagnosticado una esclerosis múltiple. Temas, pues, afines a una realidad plenamente vigente que Michael Winterbottom ha sabido tomar el pulso con el inestimable auxilio del guionista Frank Cottrell Boyce, alternando un tratamiento más experimental —Welcome to sarajevo, 24 Hour Party People, crónica musical de los tiempos del after-punk focalizados en la mítica Factory Records, y sobre todo Wonderland se apropia de ciertos preceptos del cine Dogma instaurado el mismo año que hacía su debut en el campo del largometraje con Besos de mariposa— o más de concepción clásica —El perdón— en función de los requerimientos de la historia que, en este sentido, sí pueden remitir a un director de un eclecticismo formal equiparable al de Joel Schumacher o al de Ridley Scott.
Fuente: www.cine365.com
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